Mi rutina deportiva: Vuelta al Aneto 2013

jueves, 1 de agosto de 2013

Vuelta al Aneto 2013


Creo que esta crónica va a ser, con diferencia, la que mas me va a costar de escribir desde que empece con este blog, no se como empezar, creo que hubo "algo" este fin de semana mas allá de la propia carrera, creo que ese sentimiento de vulnerabilidad frente a algo tan grande como lo que nos encontramos allí, nos hizo sentir a todos pequeños e insignificantes, débiles, y eso se convirtió en unión de alguna forma entre todos los Som.

Son muchas las horas pasadas en los últimos dias con los miembros del equipo, muchos buenos momentos, también muchísimos malos en carrera, sensaciones de agobio, vacío, soledad en algunos momentos, lágrimas que se caían sin saber por que, es por eso que no creo que pueda reflejar aquí lo que viví (o vivimos) este fin de semana los compañeros de Som Passatge y yo en Benasque.

Tampoco voy a poder contar con detalle la carrera, a partir de las 7 horas mi Suunto murió, y al poco dejé de tener percepción del tiempo, no sabia ni que hora era ni el tiempo que llevaba corriendo, pero intentaré ordenar lo mejor posible en el tiempo todo lo que pasó.

Como ya estáis cansados de escuchar, este fin de semana participábamos algunos miembros de Som Passatge en el Trail del Aneto en sus distintas modalidades, algunos en la vuelta al Aneto (62,7km) Mentira!!! Otros en la maratón (creo que otra mentira...) y también en la media maratón del domingo.

La salida hacia Benasque fue el Viernes a mediodía, el viaje, con la gente del equipo, muy divertido, tengo que reconocer que son un grupo genial y no te puedes aburrir con ellos, llegamos al pueblo sobre las 21, ya no llegábamos a la charla, pero nos dio tiempo a recoger el dorsal y la bolsa del corredor.






El paisaje entrando en Benasque ya te avisaba de que entrabas en otra dimension del mundo trail.....




Yo pasé el viaje bastante pensativo, no estaba seguro de lo que hacía, sabía que podía acabar, ya que el volumen de kilómetros acumulado era bueno, pero solo había podido salir por montaña 5 o 6 días en los últimos dos meses antes de la prueba, y el desnivel acumulado era despreciable para preparar una prueba de este tipo, así que iba a tocar sufrir, pero nunca imaginé que lo haríamos hasta el punto al que llegamos.
Además, de todos los que participábamos, yo era el que menos distancia había corrido en un trail, todos habían corrido al menos Mamova o Espadán, yo nunca había pasado de 25 kilómetros en montaña, y eso me estaba martirizando.

En el pabellón de entrega de dorsales me encontré con mucha gente conocida, clientes de Passatge, Mari, Tomas, Guille y Loli (por cierto gracias por el frontal, y menos mal que no me hiciste caso y te apuntaste a la vuelta...porque no creo que me hubieses hablado mas....), quieras que no, ese ambiente te iba animando y haciendo que los nervios y las ganas fuesen a mas.










No había tiempo para entretenernos en mucho mas, fuimos a tomar una cerveza frente al apartamento y rápido a cenar y a prepararlo todo para la carrera, nosotros salíamos a las 8, así que había que levantarse pronto para desayunar e ir lo mas relajados posible.





Aun así todavía fuimos a ver la salida de la carrera Gran Trail, que salían a las 12, allí me encontré con Carlos Alamo, un crack.




A las 6 suena el despertador, saltamos Jose Luis y yo de la cama, al poco empieza a haber movimiento en la cocina, desayunos, barritas, geles, todo el mundo comprobando que no faltara nada.... y enseguida salimos a tomar un café antes de la salida.









De camino a la cafeteria Jose Luis me dice que vaya con él, J, Julius y Nacho van a hacer la carrera juntos, se que salir con Jose Luis es un suicidio, ha corrido Mim, Csp 115, y quiere bajar de 9 horas en esta carrera, así que le digo que salgo con el pero en el momento yo vea que le freno que tire, me dice que no hay problema, así que decidimos salir juntos.

Momento de la salida, ya no hay vuelta atrás, intento concentrarme en la música y no pensar en lo que nos espera.



Salimos muy bien, sin agobios, pronto nos hacemos nuestro sitio, los primeros 10 kilómetros vamos bastante deprisa, es subida pero llevadera, veo que mis pulsaciones están muy por encima de lo normal para ese ritmo, la altura se nota, y mucho, pero voy muy bien, precisamente capacidad de sufrimiento no me falta, veo que pasamos el 10 en una hora y cuarto clavada, con 700m de desnivel positivo, Jose Luis me dice que vamos demasiado rápido.... en el kilómetro 11 me tropiezo con uno de los bastones y me caigo de cabeza dando volteretas, uno de los palos sale rodando y Jose Luis consigue frenarlo antes de que caiga por un barranco, empezamos bien!!! llevo todo el antebrazo ensangrentado y un golpe en la cadera que me molesta bastante, pero hay que seguir.

Llegamos al primer avituallamiento en bastante menos de dos horas, hemos adelantado a muchísima gente, corríamos como si fuese llano, Jose Luis me dice otra vez que está sorprendido de como vamos, comemos un poco, cargamos agua (poca porque el siguiente está a solo 11 kilómetros) y seguimos al mismo ritmo.

Pronto empezamos la subida a Ballibierna, aquí me doy cuenta de que haber elegido las Salomon Speedcross no era lo correcto, no soy capaz de dar tres pasos por la nieve sin resbalar, en 100 metros me caigo tres veces, una de ellas me clavo uno de los bastones en las costillas, a este paso no acabo, veo como Jose Luis sube como una moto, el no se resbala, al final, con los palos puedo avanzar, pero me cuesta mucho.

En breve llega la bajada, aquí es donde yo se que no voy a poder seguir a Jose Luis, voy muy bien subiendo sin nieve, pero no bajando, y efectivamente se me escapa en las bajadas, en los tramos con nieve la gente baja corriendo pero mis zapatillas otra vez no me dejan , resbalan y no consigo dar dos pasos sin caerme, decido coger impulso y tirarme de culo, así voy mucho mas deprisa, pero no me he puesto los guantes y me quemo las manos, tengo que usar los bastones de freno y a modo de timón para no estamparme contra las piedras, así consigo llegar con pocos  minutos de retraso respecto a Jose Luis al segundo avituallamiento, km 22,8 aprox, pero el desgaste mental y la tensión es enorme, llevamos 3 horas y 40 min de carrera, el tiempo es muy muy bueno, pero no sabíamos que lo peor estaba por llegar....




Mientras me quito la mochila para rellenar el camel, sacar un gel y una ampolla de Magnesio, Jose Luis me dice que sigamos, el ha llegado antes y ya ha "repostado" pero a mi me quedan unos minutos, así que le digo que tire, menos mal, porque a los 500 metros del avituallamiento comienza mi particular pasaje del terror.

Primera subida, noto como los aductores de ponen como piedras y me sale un grito que hace girarse a los dos que llevo delante, me apoyo en una piedra y les digo que estoy bien, saco dos cápsulas de sales y me las tomo, no hay mas remedio que seguir aunque sea lento, la parada ha sido fatal, no puedo permitir que los músculos se enfríen o me volverá a pasar.

Los siguientes kilómetros son una tortura, la bajada hacia el rio Salenques es por senda llena de raíces mojadas, mi culo no aguanta mas golpes, parezco un niño aprendiendo a andar, al final cojo hasta destreza en eso de caerme.

En este punto me quedo sin GPS, tengo que seguir el GR y las escasas señales que veo por el camino, tras llegar al río empieza la parte mas dura de toda la carrera, la ascensión de 8 kilómetros y 1500 metros de desnivel positivo al collado de Salenques, en esta parte del recorrido me encuentro aturdido, los pasos entre las piedras son torpes, en algún momento pierdo hasta el equilibrio, no se que me pasa, me siento, bebo agua, me tomo un gel, intento concentrarme en lo que siento, pero solo siento dolor, me arden los pies, noto el corazón en las piernas, no me puedo permitir parar o me agarrotare si me enfrío, cojo el dorsal, lo miro y de un salto me pongo otra vez en marcha.

Poco después sucedió algo que me impactó, había que cruzar un río, en ese momento el agua llegaba a las rodillas, pero el agua bajaba con fuerza, bien, pues al chico que llevaba delante se lo llevó la corriente al segundo paso, como??? donde están las cámaras!!! esto es surrealista!!!! menos mal que pudo cogerse a una piedra pocos metros mas abajo....

Tras este río y al poco de volver a empezar a subir me encuentro con un guía de montaña y le pregunto:

Cuantos kilómetros quedan para el refugio de La Renclusa?
G. de Montaña: yo no mido en kilómetros, mido en tiempo.
Pues dime cuanto tiempo queda para el Refugio de La Renclusa....
G. de Montaña: Eso depende del ritmo que lleves...

Me estas vacilando? tengo cara de tener ganas de bromas? me doy la vuelta y sigo subiendo...

El resto de subida fue dura, muy dura, sobretodo psicológicamente, solo, sabía que Nacho , J y Julius venían por detrás, eso me tranquilizaba, sabía que si me pasaba algo me iban a encontrar, me centraba en comer, beber y andar, no pensaba, me había convertido en una maquina de subir, subir, subir, que mas daba ya los metros que quedaran , había que hacerlo.

Por fin en lo alto de Salenques me paro, doy una vuelta sobre mi mismo y veo lo insignificante que somos ante lo que tenemos alrededor, todo es muy muy grande, en ese momento una chica me pide ayuda porque no puede subir por una piedra, le ayudo y continuo detrás suyo.

Empieza la bajada, primera pala de nieve, la chica va delante mío, el descenso hasta la nieve tiene unos 30 metros de roca suelta, veo que como conforme va pisando, se desprenden muchas piedras que están a punto de caer sobre otros corredores que van por la parte derecha de la pala nevada, nosotros vamos por la parte izquierda y creo que nos hemos equivocado, le digo que suba y damos la vuelta para bajar por la derecha pero me dice que se tira...

Le sigo porque no me hace ninguna gracia la situación, veo que se tira de culo, va sin palos y descontrolada, me tiro detrás porque me estoy imaginando que no va a poder parar y justo debajo hay rocas, la chica grita porque ve que no puede parar, intento llegar a ella para cogerla con las piernas y frenar con los palos pero no me da tiempo, la chica se estampa de lado contra una roca.

Ahí pensé que se acababa la carrera para ella y para mí, de verdad pensaba que se había roto algo, no paraba de llorar, bajó otro chico y entre los dos la calmamos, parecía que no tenia nada grave, así que esperamos unos 20 minutos y cuando se le pasó el susto pudimos continuar, luego me enteré de que se retiró en la Renclusa.

Unos 5 kilómetros antes de llegar a la Renclusa escucho una voz por detrás que me pide un gel, es curioso, la voz me suena, me giro y veo que es Daniel Martin Reig, me sale una sonrisa al ver una cara conocida, hacemos el resto del camino hasta el refugio juntos, el peor tramo, con tormenta y granizo incluidos, me dice que se va a retirar, que no le divierte jugarse la vida, y hacia rato que esto había dejado de divertirle, intento convencerle de que no, pero no lo consigo.

Llegamos a la ansiada Renclusa, Daniel está tiritando, pido dos vasos de caldo y nos ofrecen un plato de fideos, al poco entramos en calor, veo que Dani se va a bajar hasta la Besurta unos 10 minutos mas abajo que es desde donde salen los autobuses hacia Benasque, yo me quedo sentado solo en la mesa, pienso en retirarme, intento hacer algo para distraerme y evitar ese pensamiento, me quito las zapatillas, me tengo que cambiar los calcetines pero me da miedo ver como llevo los piés, efectivamente llenos de ampollas, me los seco, me pongo todos los compeed que llevo, vaselina y me vuelvo a calzar.
Me duele mucho la rodilla izquierda, me tomo un ibuprofeno, un powerbomb y espero el milagro.
Vuelvo a pensar en si sigo o no, no se porqué se me caen un par de lágrimas, cojo el dorsal, me tiembla la mano, pero he llegado hasta ahí para dedicarle la carrera a una persona y voy a acabar.

Salgo del refugio y me encuentro con J, otra vez se me pone la piel de gallina y los ojos vidriosos, está hablando con una chica de la organización para que por favor envíen un mensaje a las mujeres para que no se preocupen , no hay cobertura y nadie nos esperábamos que fuésemos a tardar tanto.
Le pregunto por Nacho y Julius, me dice que van unos 45 min por detrás, que están bien, le digo que tiro porque tengo dudas de si podré correr, si ellos pueden hacerlo seguramente me alcanzarán.

Empiezo a correr, pero me siento extraño, claro!! a los 500 metros me doy cuenta de que me he dejado los bastones en el refugio, me doy la vuelta y subo a por ellos, no querías kilómetros?? pues toma otro extra....

Los siguientes 20 kilómetros no se los deseo a nadie, era incapaz de enlazar mas de dos kilómetros seguidos corriendo, la rodilla me ardía, los pies también, solo tenía ganas de llorar, sentía rabia, era una mezcla de todo, pero por suerte para mi alcancé a un hombre que estaba peor que yo, y como dicen, mal de muchos....

El hombre estaba perdido, agobiado, no llevaba agua, así que me quedo con el hasta el final, ya los últimos kilómetros prácticamente andando, aquí empezaron a entrar mensajes en el móvil, pude escribir algún mensaje y me respondieron con palabras de animo, 16 horas, 13+3, veía Benasque, la piel de gallina, llegamos, la entrada fue muy emocionante, los coches nos pitaban, nos animaban, la gente salía de los bares a aplaudirnos, por fin estaba en el pueblo, pude dedicar la carrera a la persona que quería.

La llegada al apartamento fué emocionante, me acorde de mucha gente, una sensación indescriptible.

Quiero dar las gracias a toda la gente del equipo, sois cojonudos, un equipo IMPRESIONANTE, fuimos y acabamos todos, somos fuertes, después de esto algo muy gordo se nos tiene que plantear como para no acabarlo.

Espero poder compartir mas retos juntos, se que algo ya se esta maquinando.....

Un abrazo enorme a todos.












2 comentarios:

  1. Sin palabras estoy! enhorabuena por haber superado todas las vicisitudes de la carrera!Impresionante!!!

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  2. Muchísimas gracias Elena, valió la pena sufrir, realmente fue una carrera que recordaré para siempre.

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